"El cazador", película dirigida en 1978 por Michael Cimino y a la que pertenece la imagen de la parte superior, es una película épica que habla de la fuerza de la amistad y de los horrores de la guerra.



El filme trata básicamente de tres amigos de ascendencia eslava que trabajan en una fábrica de un puebo de Pensilvania. Los fines de semana se dedican a beber cerveza -antológica la escena del Bar con la canción "Can´t take my eyes off you"- y a irse de caza. Sin mayores preocupaciones. Todo cambiará para ellos cuando van a luchar a la guerra de Vietnam. En medio de ese infierno son capturados por el Vietcong, que los somete a todo tipo de situaciones límite y vejatorias a las que consiguen sobrevivir, más o menos.



Cuando vuelven a USA -sólo vuelven dos, y uno de ellos parapléjico-, han sufrido un durísimo proceso de maduración.



En el clímax de la película, Michael (Robert de Niro), el único que ha regresado sano físicamente -aunque psicológicamente bastante tocado-, se va de cacería, "como en los viejos tiempos", y consigue tener a tiro un ciervo majestuoso. Le mira a los ojos y el ciervo le devuelve la mirada. Michael duda y finalmente dispara al aire, permitiendo que el ciervo siga disfrutando la vida. Es la culminación de ese durísimo proceso de maduración del que he hablado.



Creo que en UPyD estamos ahora dentro de ese durísimo proceso.



En 2011 "volveremos de Vietnam" -si no nos hemos suicidado antes-: tendremos que gobernar en coalición o en solitario en varios Ayuntamientos y Autonomías, y si no hemos hecho bien el proceso de maduración nos daremos el batacazo.



Tenemos que tomar conciencia de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser, de las muchas esperanzas que han puesto en nosotros muchos ciudadanos, atrapados entre los dinosaurios del PP y el PSOE que por falta de competencia han crecido como la mala hierba en el centro y sur de España, y de que nuestro batacazo no sólo nos incumbe a nosotros, dejaría vía libre a esos dinosaurios que en cuanto se enteren de nuestras tribulaciones se empezarán a partir de risa: "esos pringados de UPyD, si ya lo decía yo".



No voy a entrar en las circunstancias del tema de M. Buesa, pues no lo conozco en profundidad, sólo quiero concluir diciendo que soy consciente de que a mí también me puede pasar que en algún momento el proyecto me defraude, pero intentaría marcharme CAUSANDO EL MENOR DAÑO POSIBLE A LOS QUE SE QUEDAN.



Un abrazo y nos leemos.

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